“EL HIPERMEDIA COMO SOPORTE PRECISO, TRANSFORMADOR Y NOVEDOSO PARA RELATAR HISTORIAS” 18:02

Nos encontramos desde los últimos tiempos en una revolución tecnológica, las máquinas se han impregnado en la vida de los seres humanos y han facilitado de una u otra forma la manera en que éstos se desenvuelven.
La nuevas herramientas tecnológicas re-estructuran cada vez más y en gran medida los esquemas de trabajo, estudio, cotidianidad, entretenimiento y ocio de los individuos, ahora más interesados por encontrarse a la vanguardia de las mismas. Sin embargo surge algo aún más inusual y novedoso que en épocas anteriores habría sido impensable y si hubiese sido lo contrario, se definiría como imposible: el hipermedia narrativo.
Autores como J. Joyce o Julio Cortázar, por ejemplo, este último en su novela Rayuela, rompieron los modelos de la narrativa lineal, y propusieron otra forma de escritura y de lectura, en la cual era visible una especie de interacción entre el autor y su público; pero a pesar de las múltiples cualidades que se avecinaban para la literatura en ese entonces, éstas aún parecían relegadas a las dimensiones de las páginas impresas, y aún parece, al costumbrismo y a la defensiva frente a lo que se enmarca como infrecuente y complejo para nuestras moldeadas estructuras de razonamiento.
Reconfigurar lo que se da por sentado y darle relevancia o no a ciertos aspectos, es una característica propia de las estructuras no lineales. A ello se añade las necesidades estéticas y artísticas que afloran para la actualidad, las cuales habían sido ajenas a la literatura y que lograron con la escritura electrónica un soporte preciso para su diseño, ejecución, implementación, difusión y retroalimentación. 
Un proceso totalmente creativo y profesional en donde es indispensable la contribución de múltiples saberes no sólo para hacer del texto hipermedia una mera reunión de multimedia y elementos informáticos sino un sistema o lugar integrador, en el que en realidad la participación es una facultad y se interactúan en base a nuestras necesidades e intereses.

El Hipermedia como soporte preciso, transformador y novedoso para relatar historias, comprendidos en entornos digitales, hechos gracias a un trabajo colaborativo de profesionales de diversas áreas, fomentando la interdisciplinariedad y la obtención de diversos conocimientos para ponerlos en práctica y lograr así un producto de calidad, genera y estructura un nuevo paradigma discursivo en donde el escritor y el lector son co-creadores de la narración, intercambian sus roles y definen percepciones sobre la misma para proporcionarle contenidos más abiertos, no estáticos, ni unidireccionales y por tanto, estimular la reciprocidad y la contribución de los usuarios.
En el hipermedia narrativo se plantean novedosos esquemas de escritura y de lectura, la narración ya no es un proceso gradual sino por el contrario permite la multisencuencialidad y a su vez, aplicar conceptos como el de las redes, nodos o conexiones, que dejan a lado los parámetros establecidos anteriormente y ligados a la jerarquía, el centro, y en especial, el dominio que el emisor ejercía en las percepciones y orientaciones del lector.
La hipermedia promueve precisamente un cambio en los roles o papeles en los cuales los sujetos pueden ser tanto emisores como receptores en la producción de la hipermedia, puesto que desde esta nueva narrativa, el autor, que en otros términos cumple un papel de guía, requiere necesariamente la colaboración y aportes de quienes siguen su obra para cumplir de una u otra manera la finalidad establecida para ella en el medio comunicativo y por ende satisfacer las necesidades de los usuarios, que cada vez son más difíciles y exigentes cuando se trata de avalar programas pensados y ejecutados en las superficies virtuales.

Con este sistema de escritura electrónica se replantean las normas de la linealidad que estaban impuestas, incluso en la historia hubo diversos escritorios que no obtuvieron sus frutos porque según los críticos desafiaban los parámetros de la narrativa y por tanto no eran considerados como tal, es un claro ejemplo Gabriela Infinita (Jaime Alejandro Rodríguez Ruiz) cuya realización tuvo tanto opositores como seguidores pero que en realidad era una nueva propuesta de hacer narrativa, muy interactiva y bastante alejada de los cánones literarios, otro caso es la obra Hamlet en la holocubierta, de Janet Horowitz Murray, precursora de la investigación sobre la evolución de la narrativa en los medios digitales. 
Dentro de las obras hipermedia existen algunos elementos de importante mención como son necesariamente el hipertexto, una forma de narrativa no progresiva, multilineal, en la cual se presentan numerosas posibilidades de perseguir historias sin perder el sentido sobre las mismas. 
Por otra parte y muy a afín a esta tiempos de expansión tecnología encontramos elementos que sirven de compañía a las solitarias letras que emergían en los libros, nos referimos al video, el sonido, la imagen, las animaciones entre otros, que llenan de vida y dinamismo estas historias actuales que deben atraer en gran medida a los receptores, asimismo y de gran importancia tenemos la interactividad, que indispensablemente es la forma en que esa narrativa se presenta como territorio desconocido y el interactor se desenvuelve en él con eficacia, sienten que sus funciones son útiles e necesarias y no se relegan a la expectación. 

La lectura ya no es un acto estático que no incita a los individuos, ahora con el modelo hipermedia la lectura se hace un ejercicio “arriesgado”, explorativo y mucho más experimental. Es por esta misma razón, en su capacidad de interacción que son tan exitosos, trayendo en mención, los videojuegos puesto que la(s) trama(s) de la(s) historia(s) presentadas en pantalla desde y en diversos formatos, es determinada por el jugador quien logra converger en la práctica el conocimiento y la pericia en un ejercicio recreativo en donde se dan por sentado los hechos según las preferencias de los usuarios que las aplican y le aportan formas y significados totalmente independiente.
El punto más importante de la narrativa en el medio electrónico tiene que ver con la participación activa de los usuarios, ya sea con información que él aporte o con los espacios vacíos que se deben llenar para completar la historia. De igual forma se proporciona la posibilidad que en la estructura hipertextual se pueda trasformar y/o fragmentar el texto con el objetivo que sea lector quien organice la información y decida libremente el recorrido que desea plasmar para obtener su propia lectura y apreciaciones sobre la misma.
Desde estos aportes se hace referencia a la abolición de esa brecha que existía entre autor y lector, una distancia propia de la expresión tradicional que hacía reverencia a lo que se prohibía y se impedía, ahora, la relación se muestra mucho más espontánea, en un espacio público y abierto, en donde convergen posiciones y conocimientos respecto a un material narrativo que incluye en gran medida los estereotipos de un escenario multimedio e interactivo.
Ahora bien, quien se decida llevar a cabo una obra hipertextual debe reconocer a cabalidad que sus funciones como “creador” se extienden, se desplazan y abarcan otras áreas de conocimiento, haciendo alusión a la interdisciplinariedad, con el propósito de lograr un producto de calidad, y haciendo de esa producción un trabajo colaborativo, en donde emergen funciones literarias, gráficas, de diseño, informáticas, audiovisuales, por mencionar algunas.
Asimismo debe replantear su labor como dios creador, para encontrarse ante una nueva instancia discursiva, en donde los que antes eran simplemente receptores, se convierten en actores importantes en la realización para fomentar una productividad que se erige en dos direcciones: emisor-receptor / receptor-emisor, esto es un trabajo en equipo.
Infortunadamente existe aún un desconocimiento total acerca del diseño y ejecución de estos textos digitales, incluso en la academia u otros entornos, la lectura continua siendo lineal y la enseñanza y el aprendizaje por la narrativa no convencional, aún espera en la puerta.  
Por tanto se debe analizar y replantear los papeles que ejercen el emisor y el receptor en la actualidad y fomentar espacios propicios para su desenvolvimiento, incentivando a narrativas que se ajusten a las necesidades de estas generaciones que viven a la par de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. 

A propósito una de las personas que más contribuye a los estudios y aportes en la hipermedia narrativa es el escritor e investigador Jaime Alejandro Rodríguez Ruiz – del Departamento de Literatura de Universidad Javeriana de Bogotá y director del CEANTIC (Centro de Educación Asistida por Nuevas Tecnologías) -, ingeniero químico, especialista en ingeniería nuclear, magíster en literatura y doctor de filología cuya tesis “” Teoría. Práctica y enseñanza del hipertexto de ficción: el relato digital” mereció la máxima calificación: Sobresaliente Cum Laude. Jaime Alejandro Rodríguez Ruiz: El relato digital como nuevo género narrativo. Verónica Castro
Este ingeniero químico a raíz del descontento que encontró en las limitaciones que había para aplicar su profesión en el país, decidió aprovechar sus conocimientos técnicos para reconocer la versatilidad de los formatos digitales y de paso resolver el problema estético de su primer novela, anteriormente mencionada y convertirla en una novela digital: Gabriela Infinita, novela que fue en sus inicios criticada por ser fragmentaria, descentrada pero interactiva y con gran capacidad audiovisual, tal y como manifiesta el autor, fue sólo archivada en el formato libro porque no se hallase potencialmente constituido un medio para su emisión.

Sin embargo, tras explorar diversas maneras de hacer posible ese, un trabajo tan ambicioso, no encontró mejor fórmula que pasar lo que se mantenía en un usual libro a un entorno digital, sumando dinamismo, vitalidad entre otras características especiales que la convierten en un claro ejemplo del hipermedia narrativo.  
A través de sus diversos escritos Rodríguez considera los relatos digitales como nuevos géneros narrativos, puesto que le atribuye el surgimiento de nuevas experiencias estéticas, narrativas y cognitivas. Estimulan un proceso creativo, solidario y sobre todo eliminan la distancia imperante en los libros entre el escritor y su lector. 
En los relatos digitales se presentan diversidad de historias, personajes, recorridos, etc., ofreciendo un fuerte potencial al sentido de los mismos, agregado a ellos los componentes de la hipertextualidad, la multimedia y la interactividad, rasgos propios de esta tipología narrativa, en las que no sólo emergen un texto escrito sino que por el contrario se acompaña de elementos como el sonido, la imagen, las animaciones y demás, haciendo de su creación y lectura una dinámica, en donde la pasividad no tiene cabida y los usuarios disfrutan el trayecto elegido sobre el entorno electrónico.
Considera que existe una resistencia a las nuevas formas de expresión y sobre todo dificultad para extender la experiencia a los usuarios, pero asegura que las nuevas formas de comunicación digital promueven condiciones de flexibilidad y juego muy interesantes para los usuarios de las nuevas generaciones, cansados de la monumentalidad y de la seriedad propias del sistema de la escritura ligada al libro, y ansiosos de nuevos valores y posibilidades: la plasticidad, la interactividad y la velocidad de distribución que proporcionan los nuevos soportes.

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Documentos y exposición: El Hipermedia Narrativo, Jaime Alejandro Rodríguez Ruiz. ; Entrevista. Jaime Alejandro Rodríguez Ruiz: El relato digital como nuevo género narrativo. Verónica Castro






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