¡la verdad nunca hace daño¡. 12:31



tarea del periodismo es divulgar la información, no ocultarla- acabando con cualquier posibilidad de control social- en cambio, la mentira y el ocultamiento están en la raíz de las tragedias sociales; planteo esta reflexión porque a juicio de exitosos operativos militares, funciona un pacto silencioso para evitar preguntas incomodas sobre las operaciones y sus consecuencias.
E intacta frente a este cuestionamiento cabe resaltar esta afirmación: “Somos poderosos porque entramos en la conciencia “frase de Pulitzer, pero, ¿omitiendo la verdad?.
Inquitud frente a organizaciones que violan los principios constitucionales de veracidad e imparcialidad con aquellos que rigen los códigos de ética del quehacer informativo, caso exclusivo, el de Javier Darío Restrepo.
Lamentablemente, con expresiones francas, un periodista en Colombia debe sumergirse en el terreno de lo posible:” a mayor eficiencia mayor riesgo”, esto implica limitar su proyección informativa a la manipulación, o peor aún, registrar la realidad sin comentarios ni interpretaciones, a la transcripción rigurosa exacta de los hechos y opiniones, tal y como se dieron en la realidad, es decir, el sensacionalismo.
Es así, como la prensa tiene una inmensa responsabilidad que aun no ha sabido ejercer y los que verdaderamente se apropian de la misma, tienen que ligarse a su realidad social,(manipulación, inmediatez, subjetividad…); es precisamente el carácter de “conquista” el que conduce, conducirá, a los medios de comunicación a priorizar informaciones relacionadas con la guerra, dejando de lado su función social que no es otra cosa que el compromiso con la VERDAD.
El periodismo necesita de una nueva pedagogía; organizaciones que permitan dejar abrazar la profesión con verdadera vocación, entrega; para lograr esa actitud hay que luchar, buscar que el periodista se sintonice con la aventura de vivir las preocupaciones y problemáticas sociales sin miedos, tapujos, y sobre todo, vivir en constante dialogo consigo mismo, como parte de la realidad en la que se goza y se sufre, se trabaja y se descansa.








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